jueves, 16 de mayo de 2013

Destrabada la causa del Ingenio Ledesma, frenada desde noviembre

Blaquier ya tiene tribunal

Un juez que era conocido del empresario fue recusado por las querellas y había decidido apartarse. La defensa aprovechó para protestar y logró frenar la causa que finalmente, gracias a un fallo de la Cámara de Casación, se puso en marcha esta semana.

 Por Alejandra Dandan

Nuevamente se abre una etapa clave en la causa del Ingenio Ledesma. En noviembre del año pasado, la Justicia federal de Jujuy procesó a Carlos Pedro Blaquier en dos causas por complicidad en grado primario de 29 secuestros ocurridos durante la última dictadura. La fiscalía, las querellas y los defensores del dueño del Ingenio Ledesma apelaron los fallos y las causas pasaron a la Cámara Federal de Salta. La presencia en esa Cámara del juez Renato Rabbi-Baldi Cabanillas –denunciado por el área de Coordinación de las causas de lesa humanidad de la Procuración y que comparte por lo menos un espacio social y académico con el empresario– demoró hasta ahora la decisión de ese tribunal sobre estas causas. Rabbi-Baldi fue recusado por las querellas y él mismo decidió apartarse de los expedientes por “violencia moral”. La Cámara aceptó la separación, pero lo insólito es que la defensa de Blaquier cuestionó ese apartamiento, primero en Salta y luego acudió en “queja” hasta la Cámara de Casación Penal de la Nación. El lunes, la Sala IV de Casación, en una resolución acelerada, confirmó finalmente el despegue de Rabbi-Baldi de las causas del Ingenio Ledesma y esa decisión ahora acelera los tiempos de definiciones sobre el empresario. Un pedido pendiente es la prisión preventiva.

La Sala IV recibió el pedido de resolución a las 9 de la mañana del lunes y la tomó como prioritaria para dar una señal sobre estos planteos que deben ser excepcionales pero se convirtieron en una forma de paralizar el avance de las causas. En un plazo “sumarísimo” los jueces Juan Carlos Gemignani, Mariano Borisnky y Gustavo Hornos rechazaron las quejas interpuestas por la defensa de Carlos Pedro Blaquier y de Alberto Enrique Lemos, el entonces gerente administrativo de la empresa, y confirmaron así el apartamiento de Renato Rabbi-Baldi Cabanillas para intervenir en causas de lesa humanidad vinculadas con el Ingenio Ledesma.

En la práctica, la resolución significa no sólo que Rabbi-Baldi va a quedar fuera de estas causas. Señala, además, que está aprobada la integración del nuevo tribunal que se conformó para reemplazar su presencia. Allí se quedan dos de los jueces de siempre: Jorge Luis Villada y Roberto Loutayf Ranea y como tercer integrante ingresa Federico Díaz, santiagueño y desde diciembre del año pasado titular del Tribunal Oral Federal de Salta. Ellos serán ahora los que deberán pronunciarse sobre el caso. Finalmente el fallo es importante porque también está diciendo dos cosas: 1) por un lado la celeridad indica un posicionamiento de la Cámara frente pedidos que suelen servir en la práctica para paralizar las causas; 2) los camaristas también están legitimando el avance del proceso porque indican que en este caso no se da ninguna de las situaciones de excepción que hicieron posible en otros casos, alegados por la defensa, la inhibición del apartamiento de un juez.
Lo que queda pendiente

Blaquier y Lemos están procesados por 29 hechos, en dos causas distintas. La primera es la llamada causa “Arédez y otros”, que se refiere a tres dirigentes sindicales secuestrados a partir del 24 de marzo de 1976. Entre ellos está el médico Luis Arédez, que en 1973 fue intendente de Libertador General San Martín (donde está ubicado el ingenio) a pedido de los vecinos y el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma. Arédez había sido asesor del sindicato y de la mutual. No son las únicas víctimas de esa causa, pero sí por las que fue procesado Blaquier. Estos secuestros tuvieron como característica que fueron particularizados, las personas eran referentes reconocidos, estaban en listas negras y a cada uno fueron a buscarlos a sus casas. La segunda causa es la llamada causa “Burgos”, conocida como las Noches de los Apagones, por la serie de secuestros producidos en julio de 1976 durante noches de apagones en los tres pueblos que rodean al ingenio. La mayor parte de las víctimas estaban sindicadas por algún vínculo familiar con el ingenio o con el movimiento sindical o social. El juez Fernando Poviña procesó a Blaquier y a Lemos como partícipes primarios, probó que Ledesma colaboró en los secuestros prestando sus vehículos en los traslados y les imputó privación ilegal de la libertad. Pero dejó en suspenso otras imputaciones pedidas por querellas y fiscalía como violación de domicilio, tormentos y homicidio, para el caso de las víctimas de las Noches de los Apagones que permanecieron en el centro clandestino que funcionó en un hotel de Guerrero, y que están desaparecidas.

La fiscalía y las querellas apelaron entonces ante la Cámara de Salta para que incluya estas figuras. Y tanto las querellas como el fiscal general ante la Cámara, Eduardo Villalba, pidieron la detención efectiva de Blaquier como lo habían hecho los fisales en la primera instancia. En tanto, la defensa de Blaquier y de Lemos pidió la falta de mérito y el sobreseimiento. Sobre esto deberá expresarse la Cámara en los próximos días. Según lo que pudo saber este diario, la causa Arédez se encuentra más avanzada en el análisis que la otra. Y es sobre la que primero podría haber novedades.

viernes, 3 de mayo de 2013

A pesar que fuera probado el plan sistemático, las condenas no son por genocidio

Condenados represores en el primer juicio por crímenes de lesa humanidad en Jujuy

El Tribunal Oral Federal (TOF) de Jujuy condenó a los represores Rafael Braga y José Bulgheroni a prisión perpetua y a Antonio Vargas a 25 años de cárcel, en el primer juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en Jujuy durante la última dictadura.

Las penas impuestas por los jueces René Vicente Casas, Marcelo Juárez Almaraz y Daniel Morin coincidieron con las solicitadas por la fiscalía y los querellantes, y su lectura fue recibida con una ovación y consignas dentro y fuera de la sala de audiencia.
Antes de leer la parte dispositiva de la sentencia, el TOF rechazó todas las nulidades presentadas por las defensas de los acusados y consideró los hechos juzgados como "delitos de lesa humanidad", por lo tanto imprescriptibles.

La lectura de la condena comenzó cerca de las 18.30, mientras unas 30.000 personas se agolpaban en los alrededores, hasta llegar a los vallados policiales desplegados en todos los accesos a unos 100 metros de la colmada sala de audiencia, próxima al microcentro de la capital provincial.

"Los pedacitos de historia e indicios que se han ido planteando en este juicio han logrado esta condena", dijo Hilda Figueroa, sobreviviente de La Noche del Apagón, cuando fueron secuestrados cientos de obreros y vecinos del ingenio Ledesma en julio de 1976.

Figueroa dijo  "unos los vimos (a los acusados), otros no los vimos y así se va armando la verdad", después de recordar que los sobrevivientes de aquella represión masiva, como en su caso, estaban "vendados, atados, con la mayor indefensión que se puede tener, como animales en un centro clandestino".

El abogado Néstor Ruarte, querellante por familiares de las víctimas en dos de las cinco causas acumuladas en este juicio, señaló a su vez que "la prueba fue directa y clara, no quedó ninguna duda sobre la participación de estas tres personas".

"Ninguna duda sobre su participación en el plan sistemático criminal en Jujuy", agregó sobre la represión con 130 desaparecidos y muchas más víctimas en la provincia, al cabo del juicio que condenó a tres acusados de delitos de lesa humanidad contra 43 víctimas, dos de las cuales fueron asesinadas.

Ruarte agradeció "a la lucha de los organismos de derechos humanos desde el 76 a esta parte" y dijo que "con la participación de las organizaciones sociales hemos logrado estas condenas. Ahora es la verdad real para la justicia argentina".

"Esta condena es resultado de muchos años de lucha, de trabajo, y el inicio de los próximos juicios. Creo que estas penas están a la altura de los hechos" juzgados, dijo a su vez Pablo Pelazzo, fiscal ad hoc nombrado por la Unidad Fiscal de seguimiento a las causas por crímenes de lesa humanidad.

Pelazzo añadió que quedan por delante "el resto de las causas y los imputados que no han estado sentados en este juicio", que aportó "un poco de justicia para tantos años de impunidad en esta provincia".

"Esta sentencia abre una nueva página en la historia no sólo de los juicio de lesa humanidad en Jujuy, que los inaugura", señaló por su parte Juan Manuel Sivila, querellante por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

Para Inés Peña, esposa del militante de la JP Julio Rolando Álvarez García, por cuyo secuestro y homicidio fue condenado Braga, dijo que el fallo marca "un día histórico, una condena ejemplar, que nos insta a continuar e ir por más condenas".

"Sentimos una gran emoción, eran las condenas merecidas y las que esperábamos", declaró a esta agencia Adriana Aredez, hija del desaparecido Luis Aredez, ex intendente de la localidad de Ledesma, ahora Libertador General San Martín.
Acompañada por sus tres hermanos y por nietos, Adriana subrayó que los tres condenados "tuvieron los derechos que no nos dieron a nosotros, ni aun en democracia, porque recién en los gobiernos de Néstor y Cristina hemos podido gozar de plena justicia".

"Los familiares seguimos la lectura de la sentencia acompañados por organizaciones sociales, por Milagro Sala, por  nuestros abogados, por gente solidaria", agradeció.

"Ahora vamos por el otro juicio, que es a los jerarcas de la empresa Ledesma, otros civiles y miembros de la Iglesia" que fueron "cómplices de la dictadura", y "en eso estamos trabajando todos los días", subrayó.

Por su parte, la dirigente político-social jujeña Milagro Sala sostuvo que las condenas de este juicio "demuestran que no hay impunidad, que los familiares, hijos y todos los compañeros que venimos luchando teníamos razón".
"Recién le decíamos a un compañero: `¿Te acordás cuando éramos pocos? Y hoy fijate todos los que somos, porque hemos creído, porque nunca dejamos de estar en una marcha y cada vez éramos más, porque tomamos conciencia de que, si no nos juntábamos todos los sectores, estos tipos se iban a quedar impunes`", añadió.

Sala dijo finalmente que "muchos creían que no se iba a hacer justicia y se hizo justicia acá en Jujuy, una provincia muy sufrida. Ahora vamos por (el dueño del ingenio Ledesma, Carlos) Blaquier y por todos los represores, militares y civiles".

En cuanto a los tres condenados en este juicio, Bulgheroni y Braga eran oficiales de inteligencia del Area 323 de represión, durante el terrorismo de estado, y Vargas se desempañaba como interventor del Servicio Penitenciario de Jujuy, convertido entonces en un centro clandestino de detención.

Los dos primeros fueron condenados por homicidios calificados y el tercero por privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia contra numerosas víctimas.