sábado, 22 de septiembre de 2012

Un testigo reconoció a sus secuestradores en las oficinas del Ingenio Ledesma

Jujuy al día® – El Tribunal Oral Federal de Jujuy escuchó el relato de un testigo y a la vez víctima del terrorismo de Estado durante la dictadura, quien dijo que a dos de sus secuestradores los volvió a encontrar en la oficina de personal del Ingenio Ledesma -donde trabajaba como empleado de abastecimiento-, y uno de ellos, intimidándolo, le hizo ver un arma de fuego que portaba en la cintura.

Ernesto Reinaldo Samán, declaró ayer en la audiencia del juicio por delitos de lesa humanidad, donde están imputados tres ex militares acusados de secuestros, torturas y homicidios durante la dictadura: Orlando Vargas, director del Penal de Jujuy, y los represores Mariano Braga y Eduardo Bulgheroni, ambos de inteligencia del Área 323.

Relató Samán que luego de una semana en la Central de Policía de Jujuy tras haber pasado por la comisaría de Ledesma, secuestrado por “dos hombres de traje negro el 24 de junio de 1976″, y luego de “recobrar la libertad en una semana”, volvió a la fábrica y se presentó.

Por equivocación, relató, entró a la oficina de personal y “ahí estaba el jefe de personal, Peverelli, y me dice qué hace aquí Samán; estaba con los dos hombres que me habían secuestrado de la puerta de la fábrica”.

El 21 de julio de 1976, el día siguiente del comienzo de la Noche del Apagón, operativo de grupos de tareas que duró una semana, acudió a la comisaria seccional 24, y quedó detenido “a cargo de los militares”.

De Ledesma, Samán fue traído a la central policial de Jujuy y por primera vez escucha el nombre del represor Braga, siendo trasladado al Centro Clandestino de Detención de Guerrero, donde lo torturaron junto a otros detenidos de Ledesma y Calilegua.

No sólo escuchó en el lugar llanto de mujeres que eran abusadas sexualmente sino también el de un detenido de apellido Córdoba, del que dijeron “mirá como habla”, y “lo violaron”.

Tras 13 días de torturas lo llevaron al Penal de Gorriti en donde el obispo JoséMiguel Medinaquiso confesarlo, pero se negó porque lo había reconocido en Guerrero. El 7 de octubre del 76 fue llevado a la unidad penal de la Plata donde fue torturado.

Samán de La Plata es trasladado a Sierra Chica, donde fue “rehén, junto con otros detenidos por si le pasaba algo a algún jefe militar”, siendo liberado el 8 de abril de 1978.

A su regreso a Libertador lo convocaron del cuartel RIM 20, donde lo recibió el represor Eduardo Bulgheroni, quien le dijo que no se aflija porque “ya hablamos con Ledesma”, por el trabajo, pero lo invitaba a “colaborar” con la represión haciendo de “informante”.

Desechó el segundo ofrecimiento, volviendo al ingenio, y de personal calificado fue destinado a tareas de limpieza.

En la jornada de hoy también declaró Julio Moisés, actual intendente de Sa nPedro de Jujuy, quien fue detenido el 24 de marzo de 1976 y liberado el 23 de diciembre del mismo año, desde la jefatura de policía, tras haber pasado por el Penal de Gorriti.

Moisés dijo que la cabeza de la represión en Jujuy fue “Bulacios, Jones Tamayo, y que Dios me perdone si no es cierto, el obispo Medina”. Moisés relató que no fue torturado.

Durante su cautiverio fue llevado varias veces ala Policía Federal para ser interrogado, a veces dentro del Penal donde a veces estaba Jones, dando cuenta de la presencia de Vargas, Bulgheroni y el mayor Arenas, por aquel entonces Jefe de la Policía.

“Todos los hombres de las fuerzas armadas de Jujuy estuvieron comprometidos con el terrorismo de Estado”, aseguró, y sobre los sacerdotes que se desempeñaban en la provincia dijo que “eran peores que los militares en ese entonces”.

El jefe comunal relató que el día que los iban a liberar lo trasladaron “desde el Penal a la central, junto con el dirigente sindical Calapeña, Jorge Weis y Petrignani”, y precisó que los dos últimos “quedaron ahí y están desaparecidos” hasta hoy.

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